ENTREVISTA A PAMELA CÁCERES CÓRDOBA (ARGENTINA)

MIEMBRO FUNDADORA DE LA RED CIUDADANA “NUESTRA CÓRDOBA»

1.Para empezar, ¿introducimos el tema?

La red ciudadana Nuestra Córdoba es un espacio de deliberación pública a nivel municipal que se propone incidir en la política pública local para avanzar en una ciudad más justa, democrática y sustentable. Se crea en 2009 y se lanza públicamente en mayo del 2010. La propuesta surge a raíz de la influencia de los proyectos “Ciudades, cómo vamos” de Colombia (surgido hace más de 15 años) y, un poco más tarde, “Nossa Sao Paulo” en Brasil. Es impresionante cómo se ha convertido en poco tiempo en un actor local, con la sorpresa de otros actores de la política municipal. La red parte de la sociedad civil, pero no trabaja en contraposición a los gobiernos locales sino que entiende que es necesario actuar estratégicamente de manera conjunta para poner solución a cuestiones fundamentales del desarrollo urbano y la calidad de vida de las ciudades.

El modelo “Bogotá cómo vamos” es más técnico, se centra en el seguimiento y monitoreo de la política municipal, de unión de pocas pero estratégicas organizaciones de la ciudad (sector social, empresarial y medios de comunicación) y supone la primera experiencia de control ciudadano en América Latina. Esta iniciativa acaba replicándose en otras ciudades de la región. En la actualidad, sólo la red colombiana integra 11 ciudades y en el conjunto de América Latina la red se compone de más de 50 experiencias similares distribuidas en más de 10 países.

El modelo colombiano se basa mayormente en la generación y publicación de información para que otras organizaciones puedan utilizarla e incidir políticamente. Su principal fortaleza está en la elaboración técnica de la información, en ello reside su legitimidad. El problema con el que se ha encontrado este modelo es que la organización es más vulnerable ya que no cuenta con una base social amplia participando en la red. Esta es una dificultad con la que se han encontrado especialmente ante gobiernos locales más reticentes al proyecto, que intentan invisibilizar o deslegitimar sus acciones.

Durante el 2011 se celebró un encuentro general de todas las organizaciones y allí se hizo explícita la diferencia entre este modelo inicial y un modelo nacido posteriormente, el de “Nossa Sao Paulo”. Este último se deriva del primero pero ha ido consolidando otra forma de concebir el proyecto, pone más énfasis en la implicación de la sociedad civil, en el concepto de incidencia política y de democracia participativa. Para ellos, la producción y sistematización de información no es un fin en sí mismo, sino que es una estrategia más para la incidencia política. La red de Sao Paulo está integrada por más de 600 organizaciones, todas de la ciudad.

En un primer momento, la red colombiana puso distancia con el resto de la experiencia latinoamericana de control ciudadano, ello se vio más claro en la segunda plenaria latinoamericana, celebrada en Salvador de Bahía en agosto de 2011. Entonces ya éramos más de 50 iniciativas y lo que predominaba no era el modelo colombiano. Este hecho provocó una discusión interna en la red colombiana y un acercamiento al modelo más integrador de Brasil. De todas formas, quedan todavía algunas cuestiones por resolver en el marco colombiano: la dicotomía entre posicionamiento político y rigurosidad técnica se presenta en muchos ámbitos y suele estar mal resuelta o mal entendida.

2. Entiendo que Nuestra Córdoba ha seguido el modelo brasileño…

Sí, nosotros contamos con más de 60 organizaciones participantes en una ciudad de 1.300.000 habitantes. Participan más de 300 personas, muchas de ellas referentes en los diferentes temas que tratamos de la ciudad. Nuestra Córdoba se adhiere a la Carta de Principios de la Red

Latinoamericana, con un objetivo político concreto que es “Ciudades justas, democráticas y sustentables”. Las ciudades latinoamericanas están creciendo enormemente, pero reproducen grandes desigualdades, un bajo nivel de transparencia política, una democracia de baja intensidad, con una ciudadanía apartada de las cuestiones trascendentes de la esfera pública y con muy escasa capacidad para incidir políticamente, con gobiernos cooptados por el narcotráfico y poderes económicos muy concentrados, y con un proceso de degradación galopante de los recursos naturales. Los proyectos urbanos son excluyentes, la gobernabilidad cuenta con un déficit democrático considerable y existe poca o nula defensa de los bienes comunes naturales por parte de los gobiernos locales.

  • Las estrategias de la red se centran en los siguientes procesos básicos:
  • Producción de información a través de indicadores y sistemas de monitoreo de la acción política municipal.
  • Producción de información a través de investigación o búsqueda de evidencias que permitan alimentar el debate.
  • Mejorar los procesos de deliberación pública a través de mecanismos de participación ciudadana, para complementar los procesos de democracia representativa con una mayor inclusión.
  • Incidencia política. Las anteriores estrategias posibilitan que se tenga una mayor eficacia en la incidencia de las políticas públicas.

3. Cuando hablas de “incidencia”, ¿te refieres a la capacidad de generar nueva información en la administración local, a la rendición de cuentas por parte de la clase política (incluida la justificación de posible malversación de fondos), al intento de cambio de orientación de estrategias políticas, a la justificación de cambios en la agenda política prevista…?

Me refiero a todo lo que acabas de plantear. El concepto de incidencia política, que se trabajó mucho en Salvador de Bahía, se refiere básicamente a:

– Justificar propuestas a través de la generación de información. No se trata de un par de investigadores que generan la información, sino de un espacio donde esa información ha sido discutida, ha sido apropiada por la ciudadanía, todo ello le da mayor peso a la hora de incidir políticamente. Por otra parte, contamos con nuestros propios indicadores para monitorear las políticas públicas y evidenciar desviaciones, entendimientos erróneos, faltas de cumplimiento…

– Ejercer el derecho a la información pública. En ocasiones, en el propio proceso de elaboración de información se incide para que se concrete este derecho. Se han realizado formalmente cientos de peticiones de información proveniente de la administración pública. Ello nos ha dado una idea más concreta de cuál es el estado actual del acceso a la información pública en general y por áreas temáticas, y valorar en qué estado está, cómo se genera, qué información relevante cabría elaborar y actualmente no existe… todo ello nos permitió elaborar un documento de política pública que se entregó a la nueva gestión municipal y que hoy es el documento base para la definición del nuevo sistema de información y para la implementación de la nueva oficina de acceso a la información pública.

– Implicar a los medios de comunicación en el proyecto. Esto nos permite amplificar la capacidad de incidencia. No hay proceso de accountability sin la presencia de los medios.

– Presionar por transformaciones, derivadas de las evidencias que surgen de la información generada y sistematizada. En este sentido promovimos las sanciones de ordenanzas o las leyes locales de planes de metas.

– Promover consensos. Se trata de agrupar organizaciones que ya venían trabajando distintos temas; las mismas entidades de manera aislada no pueden tener la misma fuerza.

4. El proyecto colombiano surge como una forma de poner en práctica una ley local que obliga a llevar a cabo un Plan de Metas por parte de las nuevas formaciones de gobierno, se trataba hasta ese momento de una ley escrita pero no ejercida por los gobiernos municipales. ¿Existen leyes similares en el resto de América Latina?

Se han ido poniendo en marcha a partir de la experiencia de Ciudades cómo Vamos. El Plan de Metas obliga a los gobiernos a presentar su programa de gobierno para los 4 años de legislatura, con objetivos, acciones concretas, indicadores y calendario previsto. Este proyecto está asociado al comienzo de una gestión. Supone también la obligatoriedad de que la intendencia de la ciudad (alcaldía) comparezca anualmente ante el Concejo Deliberante para explicar el estado de avance del Plan establecido. Esta comparecencia debe ser pública, de tal forma que se realice una devolución a la ciudadanía. En definitiva, el Plan de Metas genera la obligación de rendir cuentas anualmente y una mayor posibilidad de sanción social.

Nosotros no contábamos con esta ley municipal y uno de los objetivos de nuestra red fue introducirla en Córdoba, llevar la propuesta a categoría de ley. En Argentina, esta iniciativa se articuló desde las redes de organizaciones de cada ciudad y en algunas de ellas ya se han aprobado. En el caso de Córdoba el concejo deliberante la aprobó por unanimidad. Esto fue todo un éxito ya que la democracia representativa cuenta con miles de vericuetos para que una propuesta de ley llegue a no aprobarse. En este caso se concretó.

5. ¿En el momento de formar la red de Córdoba, se encontraron con un gobierno más bien receptivo o reticente a la propuesta?

Yo diría que la resistencia está asegurada en cualquier caso, si hubiera confianza en los gobiernos locales no tendríamos que desarrollar semejante esfuerzo.

La resistencia surge porque la red intenta poner en evidencia los éxitos y fracasos de la política municipal, y porque en la cultura política está muy arraigada la idea de “no intromisión” en asuntos políticos por parte de la ciudadanía durante el mandato.

El discurso de la participación no se corresponde con la verdadera actitud política respecto a la ciudadanía activa. La cultura de la democracia representativa habilita a actuar con absoluta discrecionalidad e independencia de las demandas de la ciudadanía, y sólo está dispuesta a aceptar la rendición de cuentas una vez cada 4 años (durante los procesos electorales).

También es cierto que la sociedad civil aún es muy débil para lograr transformar o incidir más en las prácticas democráticas. Creo que el estado de la sociedad civil es la contracara del estado de los gobiernos locales. Se trata de una sociedad civil muy susceptible a la cooptación, no acostumbrada a fundamentar lo que propone en términos de información… Cuando, por ejemplo, fuimos a los centros vecinales a promover la ley del Plan de Metas a nivel municipal, nos encontrábamos con que nuestros interlocutores no entendían la utilidad de la propuesta. Está  muy arraigada la práctica de demandar alumbrado público, limpieza, más espacios públicos, pero no la posibilidad de conocer qué van a hacer los gobiernos y la obligatoriedad de que rindan cuentas.

Los concejales, por otro lado, estaban desconcertados con esta propuesta. Ellos pensaban “esto es nuestro ámbito de trabajo, esto es propio del Concejo Deliberante”. No está aún instalada una concepción amplia de la política y la participación. La  implementación del Plan de Metas constituye una experiencia de quiebre. Hoy, luego de 5 años de ejercicio de presentación de planes e informes de avances por parte del intendente, la realización de audiencias públicas, la posibilidad de monitorear y participar en las instancias de evaluación pública del plan, comienzan a instalar una nueva práctica de participación y a generar la necesidad de incorporar nuevos enfoques de gestión por parte del gobierno local. Este año el municipio ha lanzado su política de “gobierno abierto” y puesto al Plan de Metas como un eje central en ello. Se dan algunos avances, pequeños pero perceptibles. Lo cual no es poco si entendemos que lo que proponemos es en alguna medida nadar contra la corriente.

6. ¿Cuál es la relación que existe entre la red y los partidos políticos? ¿Acaban siendo cooptados por cierto partido político de ideología afín? ¿Estas redes pueden acabar siendo deslegitimadas por una supuesta adscripción a un partido político determinado?

Una de las cuestiones que se deja claro en la red es que éste no es un espacio apolítico, es una propuesta de participación política de la ciudadanía, pero es apartidario. Esto está recogido en la Carta de Principios de la Red.

A mayor diversidad de sus componentes, como son el caso de Córdoba o Sao Paulo, mayor dificultad para asociarla con un partido político determinado. La red cordobesa está integrada por rectores de universidades, periodistas, empresarios, organizaciones vecinales y entidades sociales. Puede ocurrir que algunos de los participantes estén directamente vinculados a partidos políticos, de hecho hoy en día participan en la red activamente personas que anteriormente han sido candidatas a determinados partidos políticos… pero no se adscribe a la red a un partido político por esto, porque es suficientemente diversa en su composición y liderazgo. Pero sobre todo porque la red ha definido en teoría y prácticas con mucha claridad cuál es su papel.

La coherencia entre principios, objetivos y prácticas es fundamental para la credibilidad del espacio. Es muy difícil para actores con otros intereses sostener su participación o intentar cooptar la red. Los objetivos y acciones de Nuestra Córdoba ponen en evidencia esos intereses.

Por ejemplo, la corporación inmobiliaria de la ciudad no resiste su participación en la red, porque nosotros producimos información que los pone en evidencia. ¿Cómo pueden participar en un espacio donde se entiende la ciudad como bien público, donde se habla de la función social de la ciudad, donde se toma posición respecto de los convenios urbanísticos (entre el municipio y los inversores) que ponen en riesgo el interés público y son poco transparentes? La Carta de Principios de Córdoba está cargada de contenido político, hay algunos que lo resisten y otros que no.

7. ¿En el caso de Córdoba, quién empieza liderando este proyecto?

Esta es muy buena pregunta porque la marca de nacimiento es fundamental para saber cómo se va a desarrollar la red en cada ciudad. En Córdoba empezamos reuniéndonos un grupo de unas 15 personas, vinculadas a universidades (a nivel de rectorado), medios de comunicación, organizaciones empresariales, y entidades vecinales y sociales. Éramos un grupo de personas que nunca se habían reunido conjuntamente, con la excepción del sector empresarial, que fue invitado pero al final requirió de una charla aparte para ser implicado en el proyecto.

Quienes convocaron la primera reunión fueron dos organizaciones sociales: la Fundación Avina, que está presente en toda América Latina, que ya traía un recorrido de liderazgo en las redes colombianas y con una gran capacidad para conectar las diferentes experiencias a nivel regional, y la asociación El Ágora, a la cual yo también pertenezco. El Ágora, por su parte, es una organización local muy influyente, goza de legitimidad social.

Más allá de las organizaciones convocantes, hubo también un hecho significativo en esta primera reunión, que motivó la consolidación del proyecto en Córdoba: fue la presencia del Coordinador Ejecutivo de Nossa Sao Paulo, Mauricio Broinizi.

De la primera reunión surgió un grupo promotor, que fue más diverso y más amplio. En ese momento, las universidades jugaron un papel fundamental en la construcción de confianza. Fue muy relevante que en este grupo promotor hubiera rectores de universidades, el director del diario de mayor tirada local… Por otro lado, fueron muy relevantes las características de estas personas, su credibilidad, influencia y legitimidad social.

Pero fue recién en la tercer reunión cuando se planteó la idea del liderazgo, y en esta reunión se decidió que la red ciudadana Nuestra Córdoba siguiera un modelo horizontal, que evitara los liderazgos personales. En la misma reunión se decidió no hacer un lanzamiento público desde el principio sino trabajar en los  consensos y los apoyos antes de dirigirse a la ciudadanía en general. Por tanto, el primer paso era ponernos de acuerdo en una Carta de Principios. Porque queríamos trabajar en la diversidad, y ello suponía partir de unos mínimos que enmarcaran lo que nos proponíamos hacer.

8. ¿Cómo está estructurada la red actualmente?

Para empezar, existe un grupo coordinador que asume la representación institucional de la red, pero que no toma las decisiones. Nos ayuda a articular alianzas y a conseguir recursos. Este grupo está integrado por las dos universidades: la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Católica -miembros permanentes del grupo coordinador-  y por dos miembros provenientes de organizaciones sociales y uno por el sector empresarial. Estos últimos tres miembros son rotativos entre organizaciones de la red.

La coordinación ejecutiva, el equipo técnico, está formada por tres personas: un/a coordinador/a ejecutivo/a  (coordinación del equipo, vinculaciones institucionales, poner en marcha lo que se decide), un comunicador social (comunicación interna y externa) y un asistente para la facilitación y seguimiento de los grupos temáticos.

Pero aquello que realmente da vida a la red, son los grupos temáticos. Es en este espacio donde el ciudadano de a pie puede participar activamente, donde se reproduce el espíritu del proyecto. Las mesas temáticas están integradas por investigadores, organizaciones que desarrollan estudios, organizaciones vecinales y sociales, y ciudadanos interesados por temáticas específicas. Las mesas se reúnen aproximadamente cada 15 días y a veces con mayor frecuencia. Depende también del momento en que se encuentren, y están permanentemente vinculadas a través del correo electrónico y redes sociales.

Los 10 temas que se trabajan son: salud, educación, desarrollo socioeconómico, medioambiente, desarrollo urbano y vivienda, seguridad, democracia participativa, transparencia y acceso a la información pública, cultura y recreación, transporte y movilidad urbana y seguimiento presupuestario municipal.

Existe una instancia de plenaria (asamblearia) y mesas de articulación. La primera se celebra una vez cada 6 meses y a ella asisten todos los miembros de la red. Se trata, en este caso, de hacer evaluación y de tomar decisiones básicas sobre estrategias transversales. Las mesas de articulación son reuniones periódicas con los representantes de todos los grupos temáticos para compartir estados de avances de las agendas temáticas y para articular estrategias conjuntas.

La relación con la administración pública, por la cultura centralizadora existente, se dio al principio por parte de las instancias coordinadoras de la red. Pero poco a poco se ha fomentado la descentralización de los grupos temáticos, donde la coordinación ejecutiva simplemente facilite el contacto. Por ejemplo, desde el grupo coordinador se firma la carta de solicitud de entrevista con alguna instancia municipal determinada, pero quienes van son los miembros del grupo temático interesado. La idea es que cada grupo incorpore metodologías de trabajo, asuma la representación institucional, rinda cuentas, escriba artículos en los medios de comunicación… Si está todo centralizado, el alcance se limita.

9. ¿Cuál es la implicación del sector privado?

Hoy el sector empresarial está implicado pero no todo lo que quisiéramos, a este sector le cuesta pensarse en términos de ciudadanía. Existe un debate sobre el papel de estos actores en la realidad latinoamericana, a los que se acusa de contribuir a una profunda desigualdad, de corrupción del sistema político…

La pregunta es si efectivamente desde la sociedad civil podemos incidir en la transformación del Estado si no transformamos también la cultura y las prácticas empresariales.

En la Red tenemos casos de involucramiento de empresarios y dirigentes de empresas que, desde la participación personal, interpretan y propician una responsabilidad social con el debate público, democrático y transparente de las políticas de la ciudad.

También contamos con otras estrategias específicas para implicar a un mayor número de empresas privadas de la ciudad a la red y movilizarlos hacia una mayor responsabilidad social con la ciudad donde se instalan. Hemos desarrollado talleres para el empresariado para reflexionar en torno al papel de las empresas en relación a la ciudad.

10. ¿Cómo se realiza el proceso de creación de los indicadores?

Es un proceso muy participativo. Los investigadores que participan en los grupos temáticos son facilitadores de información y aportan reflexiones que pueden contribuir a definir variables y temas clave. Estos investigadores se apoyan en proyectos de investigación ya existentes. Esta información es puesta a debate por el conjunto de los participantes de cada mesa. Nadie, ni los investigadores, ni el resto de los participantes, cobran para hacer este trabajo.

Los investigadores hacen esta labor como parte de su dedicación investigadora en la universidad, pero, además, la idea es que participen en este espacio como ciudadanos, no como técnicos contratados por el proyecto.

Cuando finaliza la definición y consenso sobre los indicadores, se contrata a un equipo operativo para hacer la gestión de la información y el procesamiento de algunos datos.

11. ¿Los indicadores creados se trabajan por barrios, distritos o por ciudad?

No tenemos hoy en día suficiente información para diferenciar los datos según barrios o distritos. Nuestra idea es avanzar en la construcción de información georeferenciada, se está trabajando sobre todo desde el área temática de desarrollo urbano. La red de Nossa Sao Paulo sí tiene acceso a información diferenciada según subprefecturas. En Córdoba, la información municipal no se produce con esa lógica y por tanto es de más difícil acceso.

12. ¿La información se compara o complementa con indicadores de la región metropolitana o únicamente se trabaja a nivel de ciudad?

Ha sido todo un debate considerar o no la región metropolitana, ya que claramente una ciudad como Córdoba (o Barcelona) no pueden ser entendidas en sí mismas sino en relación con su área metropolitana, pero si hablamos de accountability social, el criterio de seguimiento de información debe ser la ciudad bajo una misma gestión de gobierno. Se trata de delimitar el territorio con la unidad política a la que corresponde.

Lo que estamos promoviendo es que los municipios del área metropolitana cordobesa comiencen a organizarse en los mismos términos para permitir un diálogo entre ciudades cercanas.

Este año el VI Foro Anual de Nuestra Córdoba tendrá como tema “Hacia una agenda para el área metropolitana de Córdoba: Democrática, Justa y Sustentable”, que reunirá a referentes del sector público, social y empresarial de los municipios del área metropolitana de Córdoba, para trabajar en temas centrales sobre los que es necesario avanzar en materia de políticas más equitativas y sostenibles en nuestras ciudades. También para pensar en los mecanismos de gobernanza y articulación que se necesitan.

13. ¿Cómo se maneja la publicación de información en los medios de comunicación?

Nosotros comunicamos a todos los medios de información por igual, estén o no participando en la red. Generalmente hemos contado con una muy buena difusión de los contenidos y planteamientos de la red. El principal medio gráfico de la ciudad y el canal televisivo, la radio de la Universidad pública, son miembros de la red y eso ha sido fundamental en el compromiso con la iniciativa. Aunque no siempre los temas son receptados; aún nos queda mucho en materia de tratamiento informativo con el fin de promover la discusión pública.

Además de los vínculos institucionales con medios de comunicación, lo que procuramos es el desarrollo de estrategias para movilizar a los profesionales de los medios de comunicación de la ciudad y mantener canales abiertos con aquellos especializados en los temas que trabajamos.

14. ¿A qué crees que se deben los logros de la red ciudadana Nuestra Córdoba?

Se debe a que hemos podido generar confianza, todos los que participan en la red sienten que su legitimidad se incrementa al participar activamente en la red.

La otra cuestión que nos mantiene unidos es el comprobar algunos resultados. Haber logrado, por ejemplo, la ordenanza del Plan de Metas fue muy importante para la red, presentar los indicadores, haber sentado juntos a los 11 candidatos a intendente (alcaldía) en el cual nosotros iniciamos el debate electoral… todo ello fue sumando ganas a los esfuerzos. Comienza a verse materializada la idea, lo que a su vez genera una mayor confianza.

15. Por último, ¿algunas lecciones aprendidas?

Muchas. No es que haya habido grandes equivocaciones, es que somos permanentemente revisionistas. Han sido años de aprendizaje permanente.

Una lección: no conviene buscar fundadores/líderes fuertemente asociados con un partido político o en contra del partido en el poder. Es fundamental haber pensado el espacio desde el comienzo con la impronta de un liderazgo colectivo.

Otra consideración es que al principio las expectativas sobre lo que implica un espacio de participación son muy diferentes. Los casos van desde algunas organizaciones sociales que se creen dueñas de la participación hasta aquellos que creen que la reflexión política o la construcción de información no tiene sentido y que hay que apostar exclusivamente por acciones “concretas”. Hubo en el comienzo  un proceso de inversión inicial muy fuerte, donde la confianza se empieza a gestar cuando ya hay resultados visibles, para ello es necesario caminar varios pasos, los resultados no son inmediatos. Pero también hay que concentrarse en dar sustancia a los resultados, éstos no lo legitiman todo, hay que consolidar una mínima visión compartida y consensuada, para saber hacia dónde queremos ir y porqué tiene sentido la experiencia y la persistencia.

Efectivamente, no se trata sólo de tomar posición sobre algunos temas, sino que es necesario poder argumentar ese posicionamiento, tomarnos el tiempo para justificar los argumentos con información concreta, rigurosa y consensuada.

Cuando se logra adoptar un posicionamiento sólido, con argumentos y base social, entonces te toman en serio, no es fácil la deslegitimación generalizada. La red es un espacio de organizaciones, muchas de ellas tienen como objeto la acción directa sobre cuestiones específicas, en territorios y con sujetos sociales concretos. Como espacio de articulación, Nuestra Córdoba tiene otra finalidad que es la de construir poder social con capacidad de incidencia. Ese poder social depende de la habilidad que tengamos para incluir voces y perspectivas, en la argumentación de los posicionamientos, en el interés público y en la coherencia y eficacia de lo que hacemos.

Para saber más: www.nuestracordoba.org.ar